6-Sir Andrew Wiler
Érase una vez un notario francés aficionado a las matemáticas y a escribir en los márgenes de las hojas de sus libros. En uno de ellos, la Aritmética de Diofanto, dejó una nota que intrigó a las sucesivas generaciones de matemáticos durante tres siglos y medio. Garabateó una observación simple sobre los números enteros: una potencia, que no sea un cuadrado, no se puede descomponer como suma de las potencias del mismo orden; o, en otras palabras, que la ecuación xn + yn = zn no admite soluciones enteras para n >2 (para n=2, sí es posible encontrar soluciones, son las llamadas ternas pitagóricas). Y añadió: “He encontrado una demostración verdaderamente maravillosa pero este margen es demasiado estrecho para contenerla”. Desgraciadamente, el notario, Pierre de Fermat, no dejó pista alguna de tal demostración en ningún otro documento, y durante tres siglos, los matemáticos más brillantes trataron de encontrarla
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